La fascitis plantar es una de las afecciones más frecuentes en el pie, y supone una de los principales motivos de consulta podológica.
Se observa en un amplio rango de edad y afecta tanto a personas deportistas como sedentarias. Supone una cuarta parte de las lesiones de los corredores y hasta un 8% de las lesiones de todos los deportistas.
Se trata de una inflamación de la fascia plantar que si no se trata puede evolucionar hacia una fasciosis o degeneración de la fascia.
Los síntomas son el dolor en la zona medial de talón, que es muy intenso durante los primeros pasos del día o tras el reposo prolongado, que disminuye con la actividad realizada durante el día, pero aumenta tras estar mucho tiempo de pie o tras caminar o correr largos períodos.
El diagnóstico es fundamentalmente clínico a través de la anamnesis y la exploración, y siempre irá acompañado de un estudio biomecánico de la pisada para determinar los factores que han podido influir en su desarrollo (exceso de pronación, hallux limitus, retracción de la musculatura posterior de la pierna…).
Existen múltiples modalidades de tratamiento, siendo el tratamiento conservador el de primera elección:
- Reposo y antiinflamatorios.
- Ejercicios de estiramiento y potenciación muscular.
- Tratamiento ortopodológico a través de plantillas, férulas nocturnas y calzado.
- Vendajes funcionales.
- Fisioterapia.
- Ondas de choque.
- Láser.